Sí, sí no nos las merecíamos
habíamos utilizado mal esas palabras, y sonaban mal,
teníamos que dejar de usarlas.
Sí tú, tu también fuiste tú un caníbal
por llamarte puta o decir te quiero solo-para-follar
Debías volver atrás y aprender a hablarle sin balas al amor, tan solo con metáforas entre pestañas y piernas cruzadas, o quizás abiertas para él
que tiene sed y sabe amarte.
Sí, sí no nos las merecíamos
Habíamos utilizado mal esas palabras
y ahora sonaban mal,
teníamos que dejar de usarlas.
Ellas habían dejado de creernos, nos odiaban, o simplemente les dábamos asco por no querer comprender.
Qué más verdad, no te importaba, sus emociones ardían mientras mirábas embobado al fuego con un nudo en la garganta,
cuando ella solo disfrutaba, aprendía los placeres de su cuerpo, por pura necesidad de amar y amarse. Mejor mide tu respeto para volver a llamar a las cosas por su nombre, machista.
Los cuentos ya nadie se los cree
ni se soportan ya si no estamos desnudos aprendiendo a razones un nuevo vocabulario de sorpresas para volver a vernos, volver a estar otro día juntos.
Sí, sí no nos las merecíamos
habíamos utilizado mal esas palabras,
ahora sonaban mal, y a mí y a ti nos corresponde volver-a-usarlas-bien
Tu mirada es un timbre de voz que me saluda, hoy vuelvo a sonreír.
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